¡NUEVAS APERTURAS! EN ENTORNOS URBANOS, UN COMERCIO MÁS PRÓXIMO Y HUMANO.

Nadie duda ya a estas alturas del atractivo que para las compras tiene el entorno urbano. Ir de compras se antoja más interesante cuando puedes combinarlo en este espacio con ocio, cultura, y gastronomía.

Ir de compras tiene que ser una experiencia agradable, lejos de las colas de acceso en coche a los grandes centros Comerciales, esperas en caja y aglomeraciones.

Los entornos urbanos ofrecen grandes posibilidades para que algunas marcas puedan enseñarnos y proponernos de una manera más atractiva sus propuestas. Lo hizo en su momento la experiencia de IKEA con su pop-up en el 2016 en dos centros urbanos de tendencia, el de Barcelona (en el barrio del Born) y Madrid (en el Rastro). Pero después de esta propuesta efímera, la marca continuó apostando por aproximar su oferta comercial a la ciudad, y así en mayo del 2017 abría un nuevo establecimiento efímero en Madrid en la calle Serrano, pero orientando la propuesta a la especialización del producto (Temporary Dormitorios). Finalmente, la marca sueca optó por abrir tiendas en centros urbanos y abrió en mayo del 2018 tienda en Madrid en la calle Goya, especializándola en esta ocasión, en salones.

Así pues, la experiencia de la marca en el entorno urbano ha funcionado, está claro que cliente más joven, más urbanita y menos dispuesto a los desplazamientos en los extrarradios de las grandes ciudades, responde de manera positiva a este nuevo tipo de formato. Triunfan de nuevo los valores de nuestras ciudades, espacios atractivos para desarrollar experiencias, dar respuestas rápidas a cliente a través de la proximidad, la cercanía y los espacios que permiten la personalización y el asesoramiento.

En otros casos, grandes retailers han buscado también esta aproximación al cliente en un formato urbano, pero con una propuesta más experiencial como MediaMarkt digital store, que abrió en el 2016 en la avenida Diagonal de Barcelona.

Y por último no tenemos que olvidar la necesitad de las marcas de aproximarse a los puntos de máximo tráfico de clientes. La ciudad y el entorno urbano ofrecen grandes oportunidades, en zonas peatonales, grandes bulevares, áreas de conexión y de transporte público. El flujo de cliente al final asegura una mejor rentabilidad del punto de venta, y aquí de nuevo observamos como algunas cadenas se han acercado con tiendas de menor superficie, menos artículos, y otro tipo de surtido y referencias.

En sectores de producto cotidiano y alimentación, están el caso de operadores como Aldi y Lidl que iniciaron su andadura en algunas de nuestras ciudades con un formato urbano y al que recientemente le siguen otros sectores, como en bricolaje Leroy Merlin Urban, en deportes Decathlon city, …  y una lista que previsiblemente seguirá creciendo. En definitiva, un COMERCIO URBANO más próximo y humano.